ATMÓSFERA PARA AMANTES Y LADRONES
El poder de la balada en el jazz reside en su capacidad para crear atmósferas sofisticadas, románticas y evocadoras. Y con ese concepto en mente la discográfica británica Black Lion publicaba en el año 1971, el disco Atmosphere for Lovers and Thieves , una selección de varias sesiones grabadas por el saxofonista Ben Webster en 1965, que consiguieron capturar la esencia del arte baladístico en el que el viejo saxofonista, en sus años crepusculares, había alcanzado niveles de excelencia artística. Ben Webster, refugiado en Europa desde 1964, había dejado atrás sus tiempos gloriosos en la orquesta de Duke Ellington, veinte años antes de estos registros. La vehemencia de su estilo, su sonido rudo y rocoso dejaba paso al susurrante sonido de su saxo, deslizándose seductor en la interpretación de las baladas que cada vez ocupaban mayor espacio en su repertorio. Webster nunca regresaría a su país, y fallecería en Copenhague en el año 1973, dejando c...